Jericallas al estilo Jalisco
Ingredientes:
½
litro de leche
2
huevos
1
raja de canela
125
grs. de Azúcar
10
ml. de esencia de Vainilla
Forma
de Hacerse:
Se
precalienta el horno a 180º. En una cacerola de fondo grueso se pone la leche,
el azúcar y la raja de canela al fuego medio. Y con una cuchara de madera de
preferencia se menea un poco de vez en cuando. Cuando empiece el hervor se toma
tiempo de 10 minutos una vez concluidos se saca la mezcla del fuego. En un
tazón aparte se baten los huevos con un batidor globo a punto de dedos y
posteriormente se tempera con la mezcla anterior, esto es, se toma una taza de
la mezcla anterior y se agrega al batido y se sigue batiendo, este
procedimiento hace que los huevos no se cosan al contacto con la mezcla
caliente y por el contrario al hacer esto se homogeniza, creando una mezcla que
resiste el calor. Hecho esto se agrega ahora toda la mezcla del tazón a la
cacerola y se bate de nuevo levemente y se agrega la esencia de vainilla en ese
momento. Al hacerlo de esta manera le quitamos toda presencia del huevo a la
jericalla. En recipientes de Silicón o platos hondos de porcelana se pone la
mezcla cuidando de quitar la raja de canela y se mete en baño María dentro del
horno convencional. Previamente precalentado por 45 minutos o hasta que dore la
cubierta de la jericalla.
Historia de las Jericallas...
La
jericalla es un dulce típico tapatío creado en las cocinas del Hospicio Cabañas
construido y fundado este recinto por el Obispo Ruiz Cabañas como casa de
caridad y que ahora en la actualidad esta edificación alberga un importantísimo
centro cultural icono de mi ciudad Guadalajara pues posee la valiosísima obra
del maestro y pintor Orozco y su hombre de fuego. Cuando dicho obispo construyó
y creó este hospicio su cometido fue crear un espacio en donde se les pudiera
dar alojamiento a todos los niños y niñas de la ciudad huérfanos y
desamparados, viendo las condiciones de salud en que llegaban los niños a este
lugar una monja que era encargada de la cocina de apellido jericua o Jérica
pues el dato es incierto , pensó en crear un alimento alto en proteínas pero
que a la vez fuera muy rico y atractivo para que los niños quisieran comerlo y
a si con las propiedades de dicho alimento poder ayudar al estado de estos
niños , y fue así como elaboro un postre a base de huevo con su alto valor
proteínico Leche rica en calcio y azúcar para aportar energía, le dio un toque
con canela en vara y un poco de vainilla y lo horneo, pero con tanto ajetreo en
la cocina por el tener que dar de comer a tantísimos niños el postre que había
metido a hornear fue olvidado y este al momento de sacarlo estaba quemado de la
parte superior la monja sin decepcionarse de su creación decidió probarlo y
cual va siendo su sorpresa que el sabor de la corteza quemada del postre le
daba un sabor único y especial a su creación y fue tanta la aceptación entre
los niños y las monjas del orfanato que poco a poco se fue extendiendo su
popularidad en las colonias de Guadalajara tanto que hasta nuestros días. Es
consumido a diario por los tapatíos. Y en honor a la monja jerica se llamaron
jericallas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario