Comiendo con Estilo
EL AMBIENTE IDEAL para una
buena comida es aquel donde imperan la serenidad y armonía. Se debe comer con
tranquilidad y parsimonia, mientras se salpica de comentarios amables la
conversación. Nada debe alterar esa atmósfera cordial y aun cuando la
corrección en la mesa depende básicamente del concepto que se tenga de la
estética y los buenos modales, hay normas o recomendaciones que son, esenciales
para el buen comer:
SENTADOS A LA MESA
La primera persona en sentarse
es la anfitriona y también la primera en levantarse al terminar la comida. Los
comensales se sientan a la mesa por el lado derecho de la silla (o lo que es
igual, por el lado del brazo izquierdo) y lo harán después de que la anfitriona
haya tomado asiento. Si los puestos no están asignados previamente, los
invitados esperan a que la anfitriona, desde el suyo, les indique dónde deben
sentarse. La silla se acerca de tal manera que la barbilla del comensal quede
frente al borde de la mesa.
POSTURA
Se debe mantener la espalda
recta. Para lograrlo, se colocan los pies juntos, uno delante del otro. Sin
estirar ni cruzar las piernas por debajo de la mesa, ni hacer contorsiones con
los tobillos o pies. Los cubiertos deben ascender con los alimentos a la boca,
en vez de que la cabeza descienda hacia el plato. La vista debe seguir el
trayecto del alimento que se lleva a la boca; es incorrecto dirigir la mirada a
otra parte. Al utilizar los cubiertos, los codos deben permanecer ligeramente
pegados al cuerpo, sin separarlos o elevarlos en exceso. Los brazos se
mantienen fuera, apoyando sobre la mesa sólo las muñecas y las manos. En ningún
caso se apoyan los codos sobre la mesa.
USO DE LA SERVILLETA
Una vez que la anfitriona ha
tomado su servilleta, se considera formalmente iniciada la comida. Después, los
demás invitados extienden la suya. La servilleta se desdobla en dos (nunca
completamente, ni a la vista de todo el mundo) y se coloca sobre las rodillas.
No es de buen gusto meterse una punta de la servilleta en el chaleco, la blusa
o el cinturón, ni anudarla alrededor del cuello. La servilleta puede usarse
cuantas veces se necesite durante la comida y es obligatorio hacerlo antes de
tomar agua o vino. Se declara formalmente terminada la comida cuando la
anfitriona coloca la servilleta a su derecha e indica claramente a los
invitados dónde se tomará el café. Esta vez, la servilleta no se dobla como
estaba al principio, pero tampoco se deja de manera desordenada.
CUÁNDO EMPEZAR A COMER
La anfitriona empezará a comer
cuando ya estén servidos los señores 1 y 2, y lo hará despacio para dar tiempo
de servir a los otros invitados.
DIFERENTES ESTILOS EN EL
MANEJO DE LOS CUBIERTOS
LA REGLA GENERAL es que los
cubiertos se utilizan de afuera hacia adentro, de acuerdo a su colocación, es
decir, los últimos en ser usados serán los que estén más cerca del plato. Hay
dos estilos para su uso:
-ESTILO EUROPEO
El tenedor se sostiene con la
mano izquierda todo el tiempo, con las púas hacia abajo. En la mano derecha se
sostiene el cuchillo, con el filo hacia abajo. Además de servir para cortar la
carne, éste ayuda a colocar los alimentos sobre el tenedor. Algunos alimentos,
como el arroz, pueden apilarse en el tenedor o bien darse la vuelta a éste
momentáneamente y, usándolo como cuchara, recogerlos con ayuda del cuchillo. En
ambos casos, los cubiertos deben colocarse en forma angular, no paralela,
porque al levantar los codos se molesta a los vecinos de mesa.
-ESTILO NORTEAMERICANO.
El tenedor se maneja con la
mano izquierda al cortar los alimentos y el cuchillo con la derecha, pero al
llevar la comida a la boca, el tenedor pasa a la mano derecha (volteando las
puntas hacia arriba), mientras el cuchillo descansa en el borde del plato y la
mano izquierda en el regazo. Cuando se necesita cortar de nuevo, el tenedor
regresa a la mano izquierda. Aunque el tenedor puede cambiar de mano, este
cambio se limita a lo imprescindible. En algunos lugares se acostumbra
descansar el brazo izquierdo en el regazo mientras se maneja el tenedor con la
mano derecha, pero esto no es bien visto por la mayoría
USO DEL CUCHILLO, TENEDOR Y
CUCHARA
USO DEL CUCHILLO
El cuchillo se sujeta de
manera que el mango quede oculto en la palma de la mano, con el filo hacia
abajo; el dedo índice presiona el dorso del cuchillo, pero sin llegar a tocar
la hoja; el pulgar y el dedo medio lo sostienen por los lados, mientras los dedos
restantes se doblan ligeramente.
El filo del cuchillo siempre
se dirige hacia el centro del plato:
- desde su colocación en la
mesa
- mientras se está comiendo
- cuando descansa en el plato
- al finalizar la comida
El cuchillo, bajo ninguna
circunstancia, se lleva a la boca.
Para el pescado se debe
utilizar exclusivamente un cuchillo especial en forma de pala, que no tiene
sierra o filo cortante. Con él se separan las espinas centrales y todas las que
se lleguen a encontrar.
USO DEL TENEDOR
Cuando se utiliza solamente el
tenedor, debe manejarse con las púas hacia arriba. Se sujeta por la zona del
mango más próxima al extremo con el pulgar y el índice, descansando sobre el
dedo medio, que a su vez se apoya en los otros dos.
USO DE LA CUCHARA
La cuchara se sujeta con la
mano derecha, exactamente igual que el tenedor cuando se maneja solo. Debe
sostenerse por el extremo del mango. El movimiento de la cuchara cuando se
"recoge" el alimento debe ser del comensal hacia el centro de la
mesa, sin llenarla demasiado para que no se escurra en el trayecto del plato a
la boca. Al terminar de tomar la sopa, la cuchara se deja en el plato hondo que
contenía aquélla, pero en el caso del consomé se deja en el plato llano en que
está colocada la taza. Si el consomé tiene trocitos de pan, se comen con la
cuchara. Al tomar una cucharada de café o sopa, no es correcto soplar sobre
ella. Debe esperarse a que se enfríe sola Las cucharillas se emplean en ciertos
postres para recoger el almíbar, aunque se haya usado previamente el tenedor.
En cambio, con el café, la cucharilla sólo se emplea para remover el azúcar y
una vez agitado el líquido se deja en el plato que trae la taza, aun cuando
después haya que volver a utilizarla si se quiere agregar más azúcar. Nunca se
toma una taza de café a cucharaditas. Cuando se hace una pausa durante la
comida, los cubiertos deben descansar sobre el plato formando un ángulo (vea
dibujo). Está muy mal visto el hábito de dejar los cubiertos con el mango
reposando sobre la mesa y las puntas en el plato. Una vez que los cubiertos se
han levantado de la mesa para ser utilizados, ya no la vuelven a tocar para
nada. Al terminar de comer, se dejan los cubiertos uno junto al otro en forma
paralela, para dar un aspecto de orden y limpieza al plato vacío y evitar que
los mismos caigan al suelo o sobre la mesa cuando el mesero retire el servicio.
Si se desconoce la utilidad de algún cubierto, se sugiere observar a los demás
comensales para seguir sus mismos movimientos. No se gesticula con los
cubiertos en la mano. Nunca se debe tomar la comida con los dedos, a excepción
de ciertos mariscos.
CÓMO SOSTENER TAZAS Y COPAS
LA PRIMERA PRECAUCIÓN que debe
tomarse al asir una taza o copa es la de no dejar el meñique
"volando"; debe curvarse suavemente, igual que los demás dedos. Las
copas de vino y champaña se sostienen por el "tallo", con las puntas
de los dedos. De esta manera, el calor de la mano no altera la temperatura de
estas bebidas. En cambio, las copas que contienen coñac o brandy se sostienen
por la base, rodeando la copa, para que el calor de la mano ayude a expandir su
aroma (bouquet).
FORMA DE SERVIRSE LOS
ALIMENTOS
El servicio desde la bandeja
se hace de manera limpia y proporcional. Se escoge la ración que esté más a
mano, sin partir las porciones que ya vienen listas como, por ejemplo, un
filete, papa, etcétera. La cantidad que cada persona se sirve debe ser
suficiente y moderada, sin que sobrepase el borde del plato, pero teniendo en
cuenta que en las comidas formales no se repite ningún alimento. Frecuentemente,
algunos alimentos se sirven de la bandeja al plato con cuchara y tenedor. Éste
se utiliza con las púas hacia abajo. La cuchara funciona como receptor,
llevando al plato la porción correspondiente, con el tenedor como guía. Se debe
comer despacio. Además de demostrar educación y elegancia, esto contribuye a
una buena digestión. Los alimentos se mastican con la boca cerrada, sin hacer
ruido. No se habla mientras hay alimentos en la boca. Los líquidos se toman
silenciosamente, luego de haber secado los labios con la servilleta, sin
sorberlos ruidosamente y mucho menos enjuagarse la boca con ellos al beber. No
se mastica durante mucho tiempo, ni se toma líquido mientras haya alimentos en
la boca. En cuanto a las bebidas calientes, nunca se les debe soplar para
enfriarlas.
Cuando se necesita algo que
está fuera del alcance de las manos (un salero, por ejemplo), se le debe pedir
al camarero o al comensal más próximo, diciendo "por favor" y dando
las "gracias" cuando lo acerquen; jamás levantarse de la mesa o
extender el brazo por encima de las cosas o personas para tomarlo. El pan se
parte con la mano, nunca con el cuchillo, un trocito cada vez que se lleva directamente
a la boca. Las tostadas y galletas se muerden. Se unta mantequilla sólo al
pedacito de pan que se llevará a la boca; nunca debe tomarse una tajada grande
y enmantequillarla de una vez. No se come pan antes de que se sirva algún
alimento, ni se separa el migajón de la corteza. No se ayuda a preparar el
bocado con un pedazo de pan. De ser necesario, esto se hace con el cuchillo. No
se moja el pan en la salsa y mucho menos se limpia el plato con él. Cualquier
alimento servido en una taza con asas, como el consomé, debe tomarse
directamente del recipiente después de revolverlo suavemente con la cuchara. Cada
trozo de carne o de cualquier alimento debe cortarse en el momento de comerlo. Las
comidas deben tomarse limpiamente, sin mezclarlas en el plato. Tampoco se
mezclan las legumbres y las salsas, estas últimas se vierten directamente sobre
el alimento que le corresponde. Las espinas de pescado se quitan antes de
comenzar a comerlo, con el cuchillo apropiado. Pero en caso de que se haya ido
una a la boca, se saca con discreción y se deja en el borde del plato. Las
semillas de aceitunas o cerezas se sacan de la boca de la siguiente manera: se
cierra la mano (formando un puño) sin apretar, se recoge la semilla, se lleva a
la punta de los dedos y se deja en la orilla del plato. En principio, es
descortés rechazar un alimento, pero es posible que por razones religiosas,
éticas o médicas no se pueda comer lo que se sirve. Si no hay otro remedio, la
mejor solución es aceptar una pequeña cantidad y complementar con la guarnición
de verduras. Si el anfitrión pregunta, se le explica brevemente la razón sin
entrar en detalles y se cambia delicadamente de tema. Un buen anfitrión no hará
preguntas, o mejor aún, deberá haber consultado en el momento de formular la
invitación si hay algún plato que el invitado no puede ingerir. Por su parte,
el invitado indicará al anfitrión si tiene algún tabú culinario, pero no se
debe actuar así por puro capricho. No debe dejarse comida en el plato, pero es
de buen tono que no se termine toda (como si se limpiara el plato).
OTROS DETALLES QUE DEBEN
CUIDARSE EN LA MESA
Los movimientos en la mesa
deben ser delicados: jamás deben llevarse las manos a la cabeza y menos
peinarse, rascarse, manosearse la cara, limpiarse las uñas, retocarse el
maquillaje, etcétera, todo lo cual puede hacerse en el cuarto de baño. Si se
necesita estornudar, toser o sonarse la nariz, se busca un pañuelo limpio
inmediatamente, actuando con discreción y pidiendo disculpas. Si se trata de un
ataque persistente de tos, es mejor salir de la habitación hasta recuperarse,
para no molestar a los demás. Tomar un poco de agua o comer un trozo de pan,
algunas veces suaviza la situación. En ocasiones muy formales, nadie debe
levantarse de la mesa, pero si se necesita ir al servicio, se hará de la forma
más discreta posible y sin dar explicación alguna; no hay por qué permanecer
sentado, sufriendo y angustiado. Los demás invitados serán lo suficientemente
educados como para no hacer comentarios si alguien se levanta de la mesa. Cuando
un invitado permanece demasiado tiempo fuera del comedor, los anfitriones deben
ir personalmente a ver qué sucede. La anfitriona debe evitar excusarse por las
cosas que no salieron como debían. Es mejor pasar por alto que la sopa quedó un
poco salada y que la carne estuvo a punto de quemarse, sin convertirlo en tema
de conversación en la mesa. Los comensales bien educados sólo harán comentarios
de elogio y enhorabuena al anfitrión. Jamás se utilizan los palillos de dientes
en la mesa. No se debe fumar durante la comida, entre un plato y otro. El
momento oportuno para hacerlo es al final, cuando se sirve el café, y aun en
ese momento si los demás no fuman, se debe pedir permiso antes de encender el
cigarrillo.
CÓMO PROCEDER EN CASO DE
ACCIDENTES EN LA MESA
HASTA A LA PERSONA MÁS
CUIDADOSA le puede ocurrir un accidente en la mesa. En ese caso, se procura no
llamar la atención y se levanta con discreción lo que ha caído, poniéndolo
sobre el plato nuevamente. No preciso disculparse si no se le ha hecho daño a
alguien, y si se derrama vino o agua en exceso se llama al mesero, quién se
ocupará de todo: el comensal no debe intentar ayudarle. Si un invitado rompe
una copa o plato, pide disculpas al despedirse ofrece encargarse del gasto
necesario para reponerlo. Si el anfitrión se rehúsa, se le puede compensar
mediante un regalo. Si se trata de una pieza de cristal, se toma nota del
dibujo y la marca y se compra una nueva.
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